ARMENIA: EL PRIMER PUEBLO EN ABRAZAR EL CRISTIANISMO
Según los escasos datos históricos, el cristianismo en Armenia fue predicado por dos de los discípulos de Jesús, los apóstoles Tadeo y Bartolomé, quienes fueron martirizados y considerados como los primeros Iluminadores de Armenia y los fundadores de su Iglesia que, por ello, se llama Iglesia Apostólica.
La historia de la adopción del cristianismo nos ha llegado, fundamentalmente, gracias al cronista Agatangueghós. Según éste, el príncipe arsácida Anak, padre de Gregorio el Iluminador, por orden del rey persa Artashir, se trasladó a Armenia para asesinar al rey Cosroes. Después de dos años en la corte armenia, cumplió su plan nefasto y, cuando intentaba huir a Persia, fue asesinado junto con su familia por los príncipes armenios. Solo se salvó Gregorio que fue trasladado a Cesarea donde recibió instrucción cristiana. En el 287, cuando Tiridates, el hijo de Cosroes, llegó a Armenia para subir al trono apoyado por las tropas romanas, Gregorio fue enviado junto al nuevo rey armenio para luchar contra los persas. Tiridates derrotó a los persas en Eriza y celebró su victoria en uno de los templos de Anahit, la diosa principal de la mitología armenia. Gregorio se negó a mostrar su agradecimiento a la diosa pagana, descubriendo que era cristiano. Por negarse a cumplir las órdenes de Tiridates fue torturado y, además, se descubrió que Gregorio era el hijo del asesino de su padre Cosroes. Por todo ello, fue arrojado a un pozo del fuerte de Artashat, donde se levanta hoy el monasterio de Khor Virap (Խոր Վիրապ).
Años después, llegaron a Armenia desde Roma 37 monjas dirigidas por la abadesa Gayané. Huían de la política intolerante del emperador Diocleciano y, entre ellas, destacaba por su belleza Hripsimé (Հռիփսիմէ). Las monjas fueron llevadas a palacio y el rey Tiridates, fascinado por la hermosura de Hripsimé, le ofreció casarse. Ésta lo rechazó y, por ello, las 37 monjas fueron martirizadas en el año 301. Después de este acto cruel, Tiridates cayó en una profunda depresión y en una grave enfermedad. Su hermana, Josrovdujt, le decía que rezara el rey de los cristianos ya que sus dolencias eran un castigo por haber torturado y asesinado a las monjas. Gregorio fue sacado de la mazmorra, donde milagrosamente había sobrevivido durante 13 años, y, gracias a sus oraciones, salvó al rey. Éste, en agradecimiento, predicó el cristianismo entre los cortesanos y el pueblo (donde ya existía antes de la conversión por la misión evangelizadora de los apóstoles) e, incluso, tuvo una visión de Cristo bajando del cielo con un martillo de oro e indicándole el sitio de Echmiadzin, donde tenía que construir la iglesia principal del cristianismo armenio.
De esta manera, en el 301 Armenia se convertía oficialmente en el primer país cristiano.
Según los escasos datos históricos, el cristianismo en Armenia fue predicado por dos de los discípulos de Jesús, los apóstoles Tadeo y Bartolomé, quienes fueron martirizados y considerados como los primeros Iluminadores de Armenia y los fundadores de su Iglesia que, por ello, se llama Iglesia Apostólica.
La historia de la adopción del cristianismo nos ha llegado, fundamentalmente, gracias al cronista Agatangueghós. Según éste, el príncipe arsácida Anak, padre de Gregorio el Iluminador, por orden del rey persa Artashir, se trasladó a Armenia para asesinar al rey Cosroes. Después de dos años en la corte armenia, cumplió su plan nefasto y, cuando intentaba huir a Persia, fue asesinado junto con su familia por los príncipes armenios. Solo se salvó Gregorio que fue trasladado a Cesarea donde recibió instrucción cristiana. En el 287, cuando Tiridates, el hijo de Cosroes, llegó a Armenia para subir al trono apoyado por las tropas romanas, Gregorio fue enviado junto al nuevo rey armenio para luchar contra los persas. Tiridates derrotó a los persas en Eriza y celebró su victoria en uno de los templos de Anahit, la diosa principal de la mitología armenia. Gregorio se negó a mostrar su agradecimiento a la diosa pagana, descubriendo que era cristiano. Por negarse a cumplir las órdenes de Tiridates fue torturado y, además, se descubrió que Gregorio era el hijo del asesino de su padre Cosroes. Por todo ello, fue arrojado a un pozo del fuerte de Artashat, donde se levanta hoy el monasterio de Khor Virap (Խոր Վիրապ).
Años después, llegaron a Armenia desde Roma 37 monjas dirigidas por la abadesa Gayané. Huían de la política intolerante del emperador Diocleciano y, entre ellas, destacaba por su belleza Hripsimé (Հռիփսիմէ). Las monjas fueron llevadas a palacio y el rey Tiridates, fascinado por la hermosura de Hripsimé, le ofreció casarse. Ésta lo rechazó y, por ello, las 37 monjas fueron martirizadas en el año 301. Después de este acto cruel, Tiridates cayó en una profunda depresión y en una grave enfermedad. Su hermana, Josrovdujt, le decía que rezara el rey de los cristianos ya que sus dolencias eran un castigo por haber torturado y asesinado a las monjas. Gregorio fue sacado de la mazmorra, donde milagrosamente había sobrevivido durante 13 años, y, gracias a sus oraciones, salvó al rey. Éste, en agradecimiento, predicó el cristianismo entre los cortesanos y el pueblo (donde ya existía antes de la conversión por la misión evangelizadora de los apóstoles) e, incluso, tuvo una visión de Cristo bajando del cielo con un martillo de oro e indicándole el sitio de Echmiadzin, donde tenía que construir la iglesia principal del cristianismo armenio.
De esta manera, en el 301 Armenia se convertía oficialmente en el primer país cristiano.
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